
Por Lucas Parnes
Cuando el 24 de marzo de 2004 Luis Scola, con 24 años, fue la figura de las selección argentina de basquet en la consagración como campeones olímpicos por primera vez en la historia, quedó practicamente cantado que se convertiría en un fenómeno del deporte nacional con el correr de los años.
En aquella final contra Italia, Luis Alberto Scola marcó 25 puntos y bajó 11 rebotes. Su imagen colgado del aro rival gritando ferozmente el último doble del partido quedará grabada en la memoria de todos los argentinos.
“Tenía una cuenta pendiente en la selección” declaró el actual jugador de los Houston Rockets tras recibir la medalla. Y es que “Luifa” nunca había rendido en el combinado nacional como en sus clubes, finalmente, se pudo sacar esa espina en Atenas.
Nacido el 30 de abril de 1980, en Buenos Aires, Luis Scola inició su carrera a los 15 años en el club Ferrocarril Oeste, allí, permaneció tres temporadas y en 1998 firmó para el Tau Cerámica de España, donde años después conseguiría sus mejores logros. Pero antes, pasó a préstamo por el Gijón Baloncesto, donde jugó 2 años.
Tras conseguir la Liga ACB española con el Tau en la temporada 2001-2002 Scola fue seleccionado en la segunda ronda del draft de la NBA de ese año por San Antonio Spurs. Aunque permaneció en el club español hasta 2007, año en el que se consagró como jugador más valioso de la liga.
Ese mismo año, San Antonio le cedió los derechos a Hosuton Rockets y el argentino pudo cumplir por fin el sueño de jugar en la liga de basquet más importante del mundo. Allí la evolución de calidad y la experiencia que adquirió lo convirtieron en lo que es hoy.
Con 30 años, Luis Scola es el líder y mejor jugador del equipo de Sergio Hernández. Con su juego deslumbra partido a partido y es la esperanza de la selección para seguir haciendo historia en Turquía 2010.
En aquella final contra Italia, Luis Alberto Scola marcó 25 puntos y bajó 11 rebotes. Su imagen colgado del aro rival gritando ferozmente el último doble del partido quedará grabada en la memoria de todos los argentinos.
“Tenía una cuenta pendiente en la selección” declaró el actual jugador de los Houston Rockets tras recibir la medalla. Y es que “Luifa” nunca había rendido en el combinado nacional como en sus clubes, finalmente, se pudo sacar esa espina en Atenas.
Nacido el 30 de abril de 1980, en Buenos Aires, Luis Scola inició su carrera a los 15 años en el club Ferrocarril Oeste, allí, permaneció tres temporadas y en 1998 firmó para el Tau Cerámica de España, donde años después conseguiría sus mejores logros. Pero antes, pasó a préstamo por el Gijón Baloncesto, donde jugó 2 años.
Tras conseguir la Liga ACB española con el Tau en la temporada 2001-2002 Scola fue seleccionado en la segunda ronda del draft de la NBA de ese año por San Antonio Spurs. Aunque permaneció en el club español hasta 2007, año en el que se consagró como jugador más valioso de la liga.
Ese mismo año, San Antonio le cedió los derechos a Hosuton Rockets y el argentino pudo cumplir por fin el sueño de jugar en la liga de basquet más importante del mundo. Allí la evolución de calidad y la experiencia que adquirió lo convirtieron en lo que es hoy.
Con 30 años, Luis Scola es el líder y mejor jugador del equipo de Sergio Hernández. Con su juego deslumbra partido a partido y es la esperanza de la selección para seguir haciendo historia en Turquía 2010.
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