lunes, 4 de octubre de 2010

La amalgama entre experiencia y juventud

Por Carlos Mompel
Es difícil imaginar que un jugador que había firmado contrato con Ben Hur de Rafaela de la Liga Nacional de Básquet un par de años después haya integrado la selección mayor argentina de voleibol. Esa es la historia de Luciano de Cecco. “Cuando tuve un problema en Ben Hur, un pase me obligaba a esperar 2 años para jugar, allí me dediqué al voleibol”, intenta explicar como si fuera algo que se dio por casualidad.


Nacido en Santa Fe hace 22 años, practicó ambos deportes en Gimnasia y Esgrima de Santa Fe y forma parte de una familia de deportistas. Su padre Ricardo de Cecco es un ex basquetbolista y actual entrenador del equipo Alma Juniors de la Liga Nacional B, su madre Graciela Gianotti es ex voleibolista, y su hermana menor Giuliana juega al vóley en Gimnasia y Esgrima.

En 2003 fue descubierto por un Plan de Talentos del Club Ciudad de Bolívar mientras jugaba en el equipo de su ciudad. Jugó en Bolívar Direc TV, Azul Vóley, UNLM, Belgrano de Córdoba, Unión de Formosa. También tuvo diversas experiencias en el exterior, se desempeñó en Montichiari y Andreoli, ambos de Italia, y en Dínamo Yantar de Rusia. En agosto de este año firmó para volver a jugar en Drean Bolívar.
Debutó con la selección de menores de 16 años en 2004. Un año después participó del Campeonato Mundial Sub 19 donde Argentina consiguió un histórico cuarto puesto. Con 18 fue el jugador más joven en debutar en una Liga Mundial, en 2006, y lo hizo siendo el armador titular de la mano de Jon Uriarte y compartiendo equipo con jugadores de la talla de Milinkovic, Meana y Spajic. Además, ese mismo año se convirtió en el armador más en jugar en la selección masculina de voleibol en un Mundial.

Luciano lleva consigo el apodo “Cachete”, y al ver su cara queda inmediatamente claro porque. Pero a pesar de sus facciones aniñadas no hay que confiar en las apariencias. Por ejemplo mide 1,93 metros. A su corta edad ya lleva disputadas cuatro Ligas Mundiales y una Copa del Mundo. Con Gustavo Scholtis son los únicos jugadores que ya poseían experiencia mundialista antes de venir a Italia. Por esto y por su valor dentro de la cancha dirigiendo los ataques argentinos es uno de los pilares de este joven grupo conducido por Javier Weber que promedia los 23 años (el más joven de la competencia).

Aparte de destacarse como deportista, “Cachete” también se destaca por sus acciones fuera de las canchas. En julio de este organizó un partido a beneficio de un comedor infantil de la ciudad de Salta, capital de la provincia homónima. El objetivo fue reunir alimentos no perecederos y el armador aprovechó para regalar ropa de la selección que fue sorteada. En esa localidad del norte argentino nació su padre y es el lugar donde viven su abuela, su tía, sus primos y algunos amigos.

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