Un blog periodístico dedicado a la participación Argentina en las competencias internacionales.
lunes, 30 de agosto de 2010
Luciana Aymar, la estrella argentina
Por Joaquín Branne
Su figura resaltaba por encima de todas las otras jugadoras. Las cámaras la enfocaban mientras ella entonaba, con lágrimas en los ojos, el himno nacional argentino.
La seguían como suponiendo lo que pasaría en el partido. Los gritos alentadores del público local decoraban un ambiente poco habitual para un equipo de hockey, que tenía la oportunidad de mostrarse ante su gente.
Los nervios y la ansiedad se esfumaron como de repente y la bocha comenzó a rodar en el moderno Estadio Mundialista de Rosario.
Los primeros minutos no fueron como se esperaba. La rosarina sufrió la férrea marca impuesta por las sudafricanas y no tuvo la participación que hubiera deseado. Ubicada en la posición de doble cinco, priorizó la lucha y el esfuerzo. Y Argentina sufrió su ausencia en el primer tiempo. Sin mucha sorpresa se resignó al juego propuesto por el equipo rival, que con poco igualaba 1 a 1 al término de la primera mitad.
Se retiró del campo con fastidio, mirando al público argentino, como pidiendo disculpas por su juego. Los hinchas esperaban ansiosos poder ver a la mejor jugadora del mundo brillando en su tierra y nada de eso había ocurrido en los primeros treinta y cinco minutos.
Luego del descanso, retornó al campo el plantel argentino y una vez más las cámaras la enfocaban a ella, que un poco más serena esperaba revertir la historia.
El inicio de la segunda mitad tuvo a la rosarina ubicada en la posición de enganche. La mano de Carlos Retegui se ponía a la vista cuando en esa posición del campo comenzaba a eludir adversarias. Brillaba, se divertía ante cada intervención. El nuevo rol asignado le sentó a la perfección para manejar los tiempos de un equipo que hasta el momento no encontraba la agresividad de otros partidos. Allí, parada delante de la línea de mediocampistas, la rosarina jugó uno de los mejores segundos tiempos de su carrera y fue pieza clave en el triunfo.
A los tres minutos anotó el segundo tanto para la Argentina. Su dinámica y explosión fue demasiado para la defensa sudafricana, que al poco tiempo volvió a sufrir el potencial de la mejor jugadora del mundo.
Con el partido 3 a 1, Luciana Aymar comenzó a desplegar todo su talento, regalándole jugadas inolvidables a las 8500 personas que se hicieron presentes a pesar de la baja temperatura.
Luego llegó su tercer tanto personal y la ovación de todo el público.
Con una sonrisa dibujada en su rostro, la rosarina se despidió del estadio sabiendo que, de no ocurrir nada extraño, la selección argentina peleará por el segundo título mundial de su historia.
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