Por Carlos Mompel
Argentina venció a Rusia y de esta manera demostró que la derrota con Lituania es cosa del pasado. Los jugadores de Hernández dieron vuelta la página con una victoria que comprueba que todavía no bajaron los brazos y van a pelear con todo el orgullo y las ganas por obtener el 5° puesto en el Mundial de Turquía.
La diferencia final a favor del conjunto nacional, de 73 a 61, no refleja la paridad que hubo durante gran parte del partido. A falta de 2 minutos para el final los argentinos tenían una ventaja de 6 puntos, pero gracias a dos triples de Delfino la distancia en el marcador se tornó imposible de remontar.
El encuentro fue una muestra de gran carácter, jerarquía y profesionalismo. Luego de la dolorosa y sorpresiva, más que nada por la contundencia, caída con los lituanos se esperaba que la motivación de Scola y compañía mermara. Sin embargo, salieron a la cancha y se mostraron enteros, luchadores y con una gran ambición y humildad porque sabían que para le gente y, esencialmente, para ellos mismo no daba lo mismo quedar en el octavo puesto de un mundial que salir quintos.
En el primer cuarto se pudo sacar ventajas gracias a los ocho puntos marcados por Scola y al aporte ofensivo de Oberto y Delfino. Los cuatro tantos que separaban a la Argentina de los rivales fueron vitales para mantener la superioridad en el tanteador durante gran parte del partido.
En la segunda parte se pudo sostener por la inmensa tarea de su líder, y otro destacado momento del jugador de los Milwaukee Bucks. Sobre el final de la primera mitad los rivales llegaron a acercarse a un libre, pero un doble de Scola le devolvió el alma al cuerpo al gran número de espectadores que fueron a apoyar a los basquetbolistas argentinos.
El equipo de Sergio Hernández se ubicó arriba en las cifras durante todo el partido hasta el final del tercer cuarto cuando los rusos lograron igualar en 50 puntos. Faltando menos de medio minuto para la finalización de ese periodo los contrarios sacaron la primera diferencia en su favor por tan solo una anotación. Inmediatamente después la selección nacional volvió a poner las cosas en su lugar por intermedio de un triple de Leonardo Gutiérrez.
En la última etapa los asiáticos dieron pelea hasta que Timofey Mozgov y un par de minutos más tarde Sergey Monya tuvieron que dejar la cancha por haber llegado a las cinco faltas personales cada uno. Los dos triples de Delfino terminaron con las ilusiones de los oponentes y dieron cifras definitivas al marcador.
Luego de esta importante victoria que levantó los ánimos Argentina se enfrentará con España, campeona del Mundial 2006, para dilucidar cual de las dos ocupará la 5° colocación.
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