Joaquín Branne
La imagen parece congelarse en el bloqueo argentino. Crer, Pereyra y Ocampo permanecen inmóviles en el aire mientras Jeremi Chardy ejecuta un violentísimo remate que termina en campo propio. Veintitrés iguales y la clara posibilidad Argentina de obtener el tercer set.
Se abrazan los hombres argentinos como suelen hacer después de cada punto. Gritan y le dan aliento a Facundo Conte, quién en segundos estará sacando para obtener un nuevo set. Con aires de auténtico líder, el jugador de Catania toma la pelota, la hace girar unas cuantas veces e inicia la carrera que culmina con un potente saque, indefendible para la defensa francesa. Set Point para los dirigidos por Javier Weber luego de una remontada espectacular que incluyó seis tantos consecutivos. La secuencia se vuelve a repetir para el número siete argentino, que de manera similar sentencia el parcial y pone a su selección arriba en el marcador.
Grito desaforado del técnico nacional, que con felicidad abraza a su ayudante de campo. Luego de un arranque adverso (16-25) el seleccionado argentino se sobrepuso al juego impuesto por los europeos y con voluntad y un bloqueo casi perfecto logró llevarse también el tercer set por 25–23 y quebrar el trámite del partido. La espectacular arremetida fue posible en gran medida por el talento de Conte y el sólido bloqueo implantado por Pablo Crer y Lucas Ocampo. Juntos conformaron un dúo impenetrable para Francia, que resignado al ataque priorizó su zona defensiva. Pero para desgracia de ellos, Conte jugó su mejor partido y derrumbó también esa posibilidad en el cuarto set. Desde el inicio lo tuvo contra las cuerdas. Arrinconado, con cabeza gacha se cubrían los jugadores franceses de las constantes arremetidas. Romain Vadeleux intentó revelarse ante este monólogo impuesto por los hombres argentinos, pero no hizo más que agigantar la figura de los encargados de la defensa. Salta Federico Pereyra y la bola golpea en su mano y se filtra por entre los defensores europeos que se miran entre sí buscando una explicación. Niega con la cabeza su técnico y pide tiempo muerto, intentando despertar a un equipo que no logró reponerse del duro golpe sufrido en el tercer set.
Se reanuda el encuentro y Conte vuelve a sobresalir con tres puntos consecutivos. El número siete volvió a ser clave en la victoria, siendo el máximo anotador del equipo con veintidós tantos.
Ya no queda más que disfrutar del desenlace. Francia no quiere rendirse, pero su juego no es capaz de inquietar. Sonríen los jugadores argentinos entre punto y punto. Celebran lo que será un triunfo importantísimo para las aspiraciones de ubicarse entre los ocho mejores seleccionados del mundo.
Arremete el rival y se pone 21-24. Pide tiempo muerto una vez más el entrenador europeo intentando revertir la ajustada situación pero en la reanudación Benoit Le Roux saca desviado y da por finnalizado un partido para el olvido.
Con sacrificio y un buen trabajo colectivo la selección Argentina derrotó a Francia y dio un paso importante para acceder a la próxima ronda de este Campeonato Mundial que se disputa en Italia. Aplaude Hugo Conte en aprobación al nivel del equipo. Su hijo, una vez más, sacó a relucir sus legados.
Parciales: 16-25, 25-17, 25-23, 25-21
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